Carta desde A.

Estimadas hermanas,

Mi nombre es P., vivo en […], no recuerdo exactamente como llego a mi el impreso de la Divina Misericordia que Ustedes divulgan.

Soy una simple laica, casada con 2 hijos, el mayor de 17 años, y la pequeña de 12, y pertenezco a la Parroquia de la Inmaculada Concepción del Torrellano, que es el pueblo donde residimos.

Siempre me he sentido atraída por la imagen del Cristo de la Divina Misericordia, al igual que la imagen de la Sábana Santa.

No sé si llego antes a mis manos el tríptico de Ustedes o me compre el diario espiritual de Sor Faustina Kowalska. Pero he de decirles que ya voy por la segunda lectura y recibí muchas gracias espirituales del Señor, así como intento rezar todos los días la coronilla a la Divina Misericordia o el Rosario a la Virgen María.

Me gustaría difundir en mi entorno (aunque es pequeño), el amor a la Divina Misericordia del Señor, así como el frecuente rezo de la coronilla para la salvación de los pecadores, en especial, de los agonizantes.

Pero hermanas, así como les pido si pudieran enviarme algunos impresos como el que llego a mis manos, también les tengo que decir que no tengo en este momento ningún recurso económico para ayudar a la impresión o a los gastos de correos.

Mi marido estuvo en el paro desde marzo hasta noviembre, nos metimos en un negocio (cafetería) y nos han salido las cosas mal, de tal manera que debemos mucho dinero en estos momentos (hipoteca, crédito, luz, etc.). Son momentos muy duros para nosotros, pero intentamos entregar nuestras vidas a la voluntad de Dios, y si en su mano este que pasemos esta cruz, pues la pasaremos y entregaremos nuestros sufrimientos al Señor, que Él sabrá como utilizarlos.

Ahora que estamos en la Cuaresma, esta mañana me llegó la idea de reunir a un grupo de parroquianos y rezar la novena a la Divina Misericordia, antes del día de su celebración, así como divulgarla, para que los que no son muy practicantes, acudan a misa ese domingo, confiesen, comulguen, y reciban las gracias del Señor.

Nos vendría muy bien su ayuda con los impresos y las oraciones.

Sin más que decirles, y esperando su respuesta, les agradezco profundamente por su labor, y rezo al Señor para que nunca les falten religiosos como Ustedes, que dedican su vida a mantenernos a los demás en el amor y perdón del Señor.

¡Que Dios les bendiga!

Mª P.O.G.

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